El mejoramiento en la genética de los animales es una opción que diferentes zoológicos y Bioparques han adaptado en su esquema de cuidado para cada especie, a fin de fortalecer su salud, alargar su periodo de vida y mejorar la estética, además de ayudar también a la fertilidad de cada animal en estado de cautiverio, afirmó Ana Beatriz González Carranza, Presidenta del DIF Municipal, al dar a conocer la firma del Convenio de Intercambio para la Mejora Genética de Animales, esto entre el Zoológico de Nuevo Laredo, Tamaulipas y el Bioparque Sahuatoba de Durango y uno más con el Zoológico La Pastora de Monterrey Nuevo León y el mismo Sahuatoba.
Ana Beatriz explicó que estos convenios incluyen también el intercambio de especies entre estos dos parques, acción que fortalece las relaciones institucionales entre las dos ciudades sede, y abre nuevas oportunidades de trabajo en conjunto entre los ayuntamientos involucrados, empatando estrategias de impulso al turismo y promover nuevos programas encaminados a ejecutar los protocolos adecuados en referencia a la conservación y preservación de cada especie que se encuentra en un parque de este tipo.
La actual administración municipal que encabeza el Alcalde José Ramón Enríquez Herrera ha aplicado un programa de recuperación integral y renovación para el Bioparque Sahuatoba, con lo que se ha convertido dentro de su perfil en uno de los parques más grandes y limpios del norte del país, posicionándolo como uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad de Durango.
González Carranza dijo que este logro es el resultado de un gran trabajo para el mejoramiento de nuestro Bioparque Sahuatoba, para el cual el Gobierno Ciudadano ha incluido en su Plan Anual de Trabajo las políticas para respetar y hacer valer los derechos de las especies animales, invitando a colaborar en este programa a empresarios, ambientalistas, urbanistas, ecologistas y organizaciones civiles, asegurando que el apoyo de cada uno de estos es lo que realmente le da vida a este importante proyecto que es el legado que se heredará a la niñez y a las familias duranguenses.